martes, 29 de mayo de 2012

Mi hermano mellizo

La historia comienza con mi nacimiento y el de mi hermano gemelo en un hospital; Era invierno hacía tanto frío, que yo no quería salir y le dificultaba el trabajo al doctor, mi hermano salió primero. (La imagen muestra a mi vieja patas abiertas y a pura dilatación con una cabeza asomándose)

Vamos creciendo y siempre nos tratan por igual. Solo que a veces le regaban juguetes que yo no tenía y quería. La pelea empieza por los juguetes (La imagen muestra a mí y a mi hermano tirándonos con juguetes)

Seguimos creciendo y empezamos jardín en salas diferentes. Mi hermano golpea a sus compañeros, maltrata a la profe y prende fuego la bandera. En cambio, yo me porto bien, hago caso y según lo que dicen yo soy el blanco y mi gemelo el negro maldito (La imagen muestra a los profes gritándole al gemelo ¡!! Porque no SOS como tu hermano!!)

Paso el tiempo y empezamos la primaria y futbol yo siempre fui malísimo en los deportes, jugaba en el mismo puesto que mi hermano por eso vivía suplente, cosa que me molestaba y el director técnico me gritaba y me decía ¡! Porque no podes ser como tu hermano!! Los dos odiábamos que nos digan eso porque lo repetían siempre. (La imagen muestra a mi hermano jugando en la cancha y yo sentado mirando el piso)

Comenzamos  la secundaria y Robert (mi hermano) me agradece con un vino careta lo que yo hice por él (la tarea durante toda la primaria) Yo le digo que todo bien y que le ponga pilas a la secundaria. El se consigue una novia y pide la división de pieza, en las noches cuando mi hermano llevaba la novia se escuchaban ruidos extraños que no me dejaban dormir, que al otro día yo le preguntaba... ¿que eran esos ruidos? el me decía que había tenido una pesadilla. (La imagen muestra una pieza dividida por una pared de madera, yo acostado leyendo y mi hermano fumando en la computadora con la novia en las piernas)

Robert un día apareció con una modelo de revista que a mí me encantaba! yo le tiraba palos a escondidas de mi hermano y ella se hacia la golosa, hasta que un día Robert nos encontró a los besos en el baño de casa, se re pudrió y me cago a palo, se fue de casa con la novia muy enojado y a la media hora llaman por teléfono para comunicar que Robert cayó a un precipicio y murió con su novia por ir teniendo relaciones mientras manejaba. (La imagen muestra un auto volcado hecho bosta)

Toda la familia triste y yo me sentían culpable.. Todos tristes y yo culpable... (La imagen muestra el funeral de Robert)

AUTOR: El Tanke Martínez Federico

domingo, 27 de mayo de 2012

redondez

Pienso en la redondez del anillo plateado, como la luna, como la palabra moon, redonda, como el círculo de tus labios, como la burbuja perfecta chispeando en la copa, la redondez de tu ojo izquierdo y de las yemas de tus dedos haciendo zapping. Pienso en la redondez de la envidia que empieza y sigue en círculo, tijeras, para cortarla. En la reondez labial al pronunciar google,goofy,good...i feel fine...en la redondez de la mano haciendo un tubito por donde espiarte,en las aureolas redondeadas que despiden las locomotoras de los cuentos, la bocanada de humo de cigarro, la punta redondeada del pie de Marilyn con medias de can can. Pienso en lo circular de tu cuello casi volcánico, en la fuente de la vida, en la boca de la vasija con agua fresca, en la manzana perfectamente redonda. Pienso en un ojo de buey sucio y en el movimiento circular para limpiarlo, en mirar para adentro y verte bailar en círculos el vals con un grito en el cielo. Pienso si la redondez es redonda, también es eterna y por eso hay que remarcarla con el dedo todos los días.

jueves, 17 de mayo de 2012

¿Desorden real ?


Al Rey León le habían tocado cuestiones raras e intrincadas, circunstancias en donde le resultó complicado dar una respuesta que lo dejara relativamente bien parado, como corresponde a un Rey.
Pero esta vez no recordaba antecedentes que pudieran superar el estado actual de confusión, de extrañeza y hasta de malestar estomacal.  Era uno de esos momentos en que hasta pensaba si realmente valía la pena ser Rey. Para que tanto boato, tanto poder, tanto remilgos por parte de quienes lo rodeaban,  si luego le venían a plantear algo que él no podía resolver.
Pues resultado que algunos animales llegaron hasta la corte  para hacer – justamente en el Día del Animal, para colmo – un planteo que de alguna manera podría llamarse gremial o sectorial.
Resulta que había animales que se quejaban de la existencia de refranes que mencionaban a otros y ninguno a su especie.
Por ejemplo Perro que ladra, no muerde”, claramente se refiere a los perros”, dijo un gusano de seda.
El pez por la boca muere es un poco lúgubre”, chilló el murciélago, “pero al menos menciona a los peces”.
“Hasta las moscas tienen lo suyo”, dijo el abejorro, “pues En boca cerrada, no entran moscas”.
“Y en ese mundo capitalista, A los caballos regalados, no se le miran los dientes”, gritó desde el fondo una jirafa de cuello extendido.
“No creo que se refieran a nosotras”, dijo con tono muy irónico la serpiente, “cuando se recomienda No buscarle la quinta pata al gato o que Gatos con guantes no cazan ratones, siendo este último refrán de doble significancia: en términos tangueriles, si Ud. me lo permite Sr. Rey, a los gatos maulas y también a los misérrimos ratones; aunque bien nos gusta comer a estos últimos.
Y  tampoco, pienso yo al menos mi querida amiga”, dijo la oveja “se alude a Uds. cuando se dice que Más vale pájaro en mano, que cien volando. Y mirando socarronamente por encima de su hombro, le terminó diciendo “…si Uds. no tienen ni manos”.
A esta altura de la reunión, hubo varios animales que hablaban excitadísimos a la vez, cosa que sabía estar absolutamente prohibido en las audiencias del Rey, y el León estaba entrando en un estado de gran confusión y nerviosismo.
Para colmo”, objetó con voz gruesa el oso, que por su tamaño siempre tuvo una posición de privilegio en la corte, “el chancho tiene varias menciones. Pues además de decirse que A cada chancho le llega su San Martín, también se lo sobresee al decir que “La culpa no es del chancho, sino de quien le da de comer”. “Me parece y con todo respeto para vuestra investidura – continuó - que esto es un poco excesivo”.
Aprovechando la confusión y que ya nadie escuchaba lo que decían los demás, sino mas bien solo su propia voz, la comadreja, vieja concejera del Rey, le habló a la oreja; “son todos una manga de envidiosos y cada uno debería estar satisfecho con el lugar que les tocó. Ya lo ha dicho el Martín Fierro: Cada lechón en su teta, es la forma de mamar”.
“Tienes razón otra vez mi querida comadreja, salvadora de mil momentos de dudas y remilgos” gruñó el Rey moviendo lentamente la cabeza pero con una sonrisa cruel en sus labios “tendré que convencerlos de que no deben reclamar y molestarme más por estas sonseras”.

lunes, 14 de mayo de 2012

“Los tres chanchitos”


Consigna: Relatar tu propia versión de algún cuento tradicional
Todos desde pequeños alguna vez escuchamos la historia de “Los tres chanchitos”, pero en realidad, esa no es la verdadera historia, ya que la realidad es otra…
Serie 1
En un remoto bosque nacieron tres gorditos chanchitos cuyos nombres eran Oink, el mayor, Piggy, el del medio y Bobby, el menor de todos ellos. Estos pobres e indefensos chanchitos quedaron huérfanos a los pocos meses de vida, ya que su madre fue raptada por unos hombres y nunca más supieron de ella. Pasaron los años de su infancia y adolescencia viviendo con la tía Dora, una chanchita muy coqueta,  que por cierto los refugiaba de las bestias del bosque. Cuando llegaron a la adultez, cada uno de ellos debió independizarse por lo tanto decidieron construirse sus propias casas sin la ayuda de ninguno de los hermanos.
Serie 2
Cada casa tenía un toque particular que la diferenciaba de las otras, sin embargo todas estaban ubicadas juntas, es decir, una al lado de la otra, de tal manera que parecían una gran muralla de casas. Para empezar, cada uno de ellos se las ingenió pensando que materiales podía utilizar para construirla. A Bobby se le ocurrió juntar un poco de ramas que había en el lugar y comenzar a entrelazarlas formando una capa más rígida. Por otra parte, Piggy quien sabía de diseño de interiores decidió hacerla muy bonita, y la moldeó con barro. Al comienzo, la idea de una casa de barro parecía alocada pero cuando finalmente éste se secó, quedó convencido de que iba a ser rígida y duradera. Por último, el más astuto de los chanchitos, Oink, supo que lo que necesitaba era algo que no estuviera en el bosque ya que las casas del resto de los animales estaban siempre en ruinas, por esas razón tuvo la brillante idea de hacer un trueque. Este intercambio gracias a unos obreros que trabajaban en la zona talando árboles, que accedieron a la propuesta de Oink. Él les propuso que cambiaran unos metros cuadrados de árboles de excelente calidad por unos cuantos ladrillos, algunas bolsas de cal y cemento, unas tres o cuatro placas de acero, y por supuesto algunas aberturas de buena calidad. Muy contentos por la oferta los obreros dijeron rápidamente que sí.
Serie 3
Al cabo de una semana, el menor de los chanchitos tenía su confortable casa lista para ser habitada, que de hecho ya dormía allí antes de terminarla. El segundo de ellos tardó un poco más en terminar la construcción, pues necesitaba de mayor dedicación, y le llevó alrededor de dos semanas. Por otra parte, el chanchito mayor tardó casi treinta días en poder terminar su majestuosa casa, que tenía el aspecto de una casa construida por humanos. Todos felices y contentos hicieron la inauguración de sus respectivas casas y fueron a visitar las casas entre ellos. Mientras se daba todo el festejo, las bestias del bosque merodeaban por los alrededores tratando de destruir la felicidad de los cerditos. Al caer la noche el lobo, quien lideraba en el bosque tenía en plan perfecto para destruir las casas por eso decidió ponerse en acción.
Serie 4
La destrucción comenzó por el chanchito de la casa de ramas, que según el lobo era la casa más débil. Bastó con un fuerte soplido para que la casa de desplomara y dejara al descubierto a Bobby mientras dormía. La segunda víctima fue Piggy quien tenía la casa de barro. El lobo sopló como lo hizo en la casa anterior pero la estructura no se movió ni medio milímetro, por eso decidió intentar con una fuerte patada. Era eso lo que necesitaba, una patada, automáticamente la casa se desvaneció.  Según indicaba todo, era el turno de destruir la casa de Oink, pero al verla el lobo quedó sumamente sorprendido, no podía creer que sea una casa tan sólida. Oink era demasiado listo por lo que al escuchar los ruidos de las casas de sus hermanos decidió esperar al lobo. El líder del bosque sopló, pegó mil y una patada, y nada le funcionó. Por eso rápidamente tuvo que ponerse a pensar ideas, la primera que se le ocurrió fue mandar a uno de sus ayudantes a buscar una de las máquinas de los obreros. A la velocidad de la luz su ayudante fue, y vino con la máquina. El lobo tomó el control de ella y encaró hacia la casa de Oink. Tantas veces fueron las que chocó contra la casa que finalmente la destruyó. Como su único propósito era destruirle las casas a los chanchitos, después de derribar la ultima casa, huyó. Desde ese entonces los chanchitos tuvieron que mudarse a las chacras cercanas a la ciudad, y finalmente se cree que terminaron en una carnicería.

Carla Fidanza

Esteban Ana, un berdulero a domisillio


Consigna: A partir del cuento "RebecA, una muger inolvidable", relatar un microcuento con errores de ortografía y pasajes humorísticos.

Como todos los days Esteban estaba sentado en la precaria banqueta de su berdulería, esperando que algún cliente le fuera a comprarle algo. El tempo pasaba y pasaba, y lo único que pensaba es “Ke ago con toas stas berduras y frutas?”. Por esa razón, comenzó a idear nueva alternativaS para atraer clientela. Una de ellas fue hacer la oferta de 2 kilitos de cualquier producto por el precio de uno. Pero lamentablemente esa opción no le funcionó. Otra de sus ideas fue un kiss por cada kilo de mercadería que le compraban. Pero resultó que venían muchos gays a comprar y a Esteban ya no le estaba gustando pa’ nada la situación de decir “No la oferta se acabó” y que le dejaran de comprar. Por eso, su última idea fue la de vender su productoS a domisillio.
Ahora su trabajo era tomar pedidos por teléfono y salir a repartirlos en su motito. Las chicas de la cuadra llamaban constantemente, el telephone no paraba de sonar, era un continuo “ring - ring”. El típico discurso que tenía al levantar el tubo del teléfono era “Holandaaaa, ute’ se ha comunicao con la berdulería pa’ vos, como dice ke le va?” luego seguía la toma de pedido, y cada tanto le decía “algo ma’”,  y ni hablemos si era una compradora femenina, le decía “si compra un poquito ma’ y se lleva un besito de yapa”. Las compradoras estaban totalmente locas por el chico del delivery de berdulería, pero la sorpresa llegaba cuando lo veían, decían algo así como, “Ahh, era este banana? Pense que era alguien como la gente!”. Esa clase de comentarios recibía el pobre Esteban cada vez que lo veían.
A pesar de todo Esteban seguía con su proyecto de venta, pero su apariencia no lo favorecía en cuanto a la publicidad de su shop, ya que no le daba importancia a la pilcha, y bueno digamos que, de cara era medio feucho también. Tenía cejas muy gruesas, a tal punto que parecía ser una sola. Su nariz era anormal decían por ahí, cada vez que lo cruzaban le decían “Eu vos, el nariz de banana!”. Era muy triste su situación con las minitas, no tenía novia, y la última vez que tuvo una fue en preescolar.
Por desgracia su éxito en la berdulería duró menos que un pedo en la mano, y tuvo que dedicarse a otra cosa, quizás hoy esté durmiendo en la calle y pidiendo una monedita.

Carla Fidanza

Todo cazador se rinde alguna vez


23/04/12
A partir de la lectura del cuento “El camaleón que finalmente…”, elegir un refrán y elaborar tu propio microcuento. En el final incluirán el refrán y en el desarrollo enunciar la moraleja.
·         El pez por la boca muere.
·         A caballo regalado no se le miran los dientes.
·         En boca cerrada no entran moscas.
·         Más vale pájaro en mano que cien volando.
·         La culpa no es del chancho sino de quien le da de comer.
·         No le busques la quinta pata al gato.
·         Gato con guantes no caza ratones.
·         Perro que ladra no muerde.
·         Pájaro que comió, voló.
·         Cría cuervos y te sacaran los ojos.
·         El zorro pierde el pelo pero no las mañas.
·         Aunque la mona se vista de seda mona queda.
·         Aramos dijo el mosquito al buey.
·         Chancho limpio nunca engorda.
·         Cuando el gato no está los ratones bailan.
·         Más contento que perro con dos colas.


Todo cazador se rinde alguna vez
En una estancia de la llanura pampeana, vivía Najul, un gato muy adiestrado para cazar. Era un gato que intimidaba era robusto, pardo, y tenía la cara rara ya que se había recuperado de una pelea en la cual había sido lastimado.
Como en todos los campos, los ratones abundaban y no paraban de hacerles la vida imposible a los humanos. Por esa razón el gato era el encargado de cazarlos. No solo los capturaba, sino que algunos ratones decían que también se los comía, ese era el peor miedo de ellos. Nadie se acercaba a su dulce y acogedor hogar gatuno, todos temían.
Durante semanas Najul esperó que salieran los ratones de su escondite, pero al parecer ya habían aprendido la lección y no tenían pensado salir hasta que el gato no se fuera. Día y noche, él los esperaba en la puerta de la ratonera, pensaba “En algún momento saldrán por comida y los atraparé”. Ese momento nunca llegaba, aparentemente los ratones tenían una enorme reserva de alimentos en su pequeña casita. Pasaron meses y no salieron, entonces cansado de esperar, Najul se fue a buscar presas a otro campo. Cuando los ratones veían la silueta del gato a varios kilómetros, decidieron salir.
Salieron contentos de que al fin había terminado la pesadilla. Como modo de festejo realizaron un grandioso baile y un abundante banquete. La celebración fue totalmente inolvidable para ellos, el baile fue sensacional, y permanece en el recuerdo de cada uno de ellos. Cada año festejan el aniversario de ese gran día.
De ahí proviene el refrán: Mientras el gato no está los ratones bailan.

Carla Fidanza