sábado, 19 de septiembre de 2009

Citas paratextuales

1º estante en el medio libro tapa roja y naranja
pág. 154, cita de hipersexualidad de Feruzotti.
3º estante a la izquierda libro tapa blanca y letras negras
págs. 233 y 234, cita de abominaciones nocturnas de Manfield.
último estante libro tapa negra y foto de " Gente deambulando" de Banofrio
me quedo callada
y me callo otra vez.


Una brisa estacional cálida
se desparrama en el este neuquino
y la barda
cadena de pensamientos
se desdibuja
sombría
con el sol atardeciendo
junto conmigo.

Alguien está en el río
pesacando
bronceándose
tomando una cerveza
juntando piedras
andando en bici
sentado en la orilla
tirando piedras
tomando una cerveza
broncéandose
mientras pesca

Y el cordón de pensamientos
arrastra la parafarnalia
de cascotes secos
araujos enrollados
dando vueltas en círculos sobre sí mismos
que de a ratos
calumnian
y hablan
solamente para molestar

quédese ahí en la orilla
quietito
tomándose la cerveza
a ver si acaso
una benguí
lo salva.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Copi and Nino

Cuando escuché de la unión
entre Copi y Nino
casi me camuflo
para no desvirtuar
la excelencia de la comunión
que mis ojos
asistieron

Lo trans
lo lentejuela
lo brillo
lo pastoso
lo peluquería
lo nocturno

ahí estaban los dos
tomados de
los pies
leyéndose entre lenguas
cada uno
su poema

falta nomás creer que Nino
se convirtió
por una noche
en Copi
y viceversa

jueves, 10 de septiembre de 2009

Nino Come back

Dicen que se lo puede ver
a partir de la medianoche
sentado en la vereda
de un bar
capitalino patagónico

Dicen que se armó de coraje
y ahora, sin más,
les silba a las culonas
que pasan
de pierna en pierna
ojeando

Dicen que toma
y bastante con frecuencia aun más
se alarga de cuello en cuello
para no dejar
escapar al dealer

Con campera de cuero
borcegos cinto metalizado
jeans rotos y cadenas
lentes oscuros
moto chopera guantes
y una
puta atrás
Nino come back



martes, 8 de septiembre de 2009

Otra versión del mito

Reiteración definitiva, una última vez más y su vientre que se desenrosca en un humo que la asfixia desde la infancia roja.
Era de esperarse la ira de Ariadna después del abandono de Teseo en las saladas orillas del ponto y era de esperarse que su vientre se desenroscara en un humo que la asfixiara y era de esperarse que Dionisio apareciera para arrastrarla a la piedra del templo, adueñándose de ella como un botín de ningún combate, como cautiva de ninguna batalla... y el vino espeso, púrpura, cayéndose desde sus comisuras y era de esperarse que la fornicara.
Ariadna enrojeció, jadeó, gritó, sintió...era de esperarse que pidiera con aladas palabras a la musa que inspirara más y más a Dionisio.

Minos divulgó lo puta que había resultado su hija pareciéndose cada vez más a su madre, Pasifae.
Minos divulgó la prohibición de la entrada a Ariadna al reino y la condenó a objeto carnal y humano de habladurías egeas.
Montada en cólera se sumergió en las aguas del mar y seduciendo a Poseidón, a cambio de su sexito rojo y joven, le rogó que destruyera a su padre.

Era de esperarse que Poseidón aceptara.
Minos perdió su corona, palacios, súbditos, una hija y una esposa.
Ocho reinos en liquidación que se desarman en una lluvia incomprensible, agotada y, por fin, verdadera.