miércoles, 28 de noviembre de 2012


me hiciste creer en los peces
cuando le temo al agua
en mi living solía derramarse
la sal
que traías en tu piel
y dejabas en el sillón
justo donde me sentaba yo
y ahora me escamo por las noches
te llevaste
un riel corazonado
y acá hay picada
no soy una sirena
ni una estrella de mar
mucho menos soy una perla
pero quise amarte.

lunes, 26 de noviembre de 2012

tell me...
puedes?
las nubecitas bajas se han disipado ya
la cruz del sur
brilla erecta
apuntándonos
sobre la ventana derecha vidriada
como ojo de buey espacial
aquí
no puedo verla

tengo que forzar la vista
de tanta luminosidad absurda
encallada
pudriendo toda
la poca oscuridad visible
que queda
tell me...
puedes?
el olor del follaje ramado
combustionó en nuestras narcies
provocando la unión
de los pechos
mujer-hombre/hombre-mujer
y danzamos...
aquí la combustión
nos provoca
desconsuelo
y lejanía
oh, my darling...
I you remember?
tell me...
puedes?
allá los cuerpos ellos mismos
transparentes
imperturbables
imantados
aquí
la devoción se seca
ciudad de luces baratas
ciudad del pecado
ciudad de la ambición
tell me...
puedes?

los ojos secos de avistarte
en algún lugar de mi memoria
tengo hoy.

La conquista de la sed



En el tiempo de viaje
en la ruta entregada a los cuerpos
las curvas se continuaban al costado
del camino y eran árboles
y arbustos
y eran mantos rocosos
eran aves danzantes
Nosotros,

de pie, sentados, arrodillados
conquistamos la sed de la risa
No hubo lugar para el ceño fruncido
Y las curvas eran montañas robustas
como piernas cruzadas
de mujer
Feliz
Que quiso detener
el tiempo en cero
Y volver a viajar
sedienta entre el frío bajo cero
Y la cálida brisa de media tarde
¿Y si regresamos?
¿Corriendo por el río?
¿Escupiendo piedras?
¿Escamados, plateados como peces?
¿Contra la corriente?
¿Cuesta arriba?
Alcanzando la cima helada de esa montaña
preferida detrás de esa cascada
que nunca encontramos
pero que oíamos en silencio
detrás de nuestros pasos
cargados de hojas secas
y de guiños de ojos rojos de los troncos
que nos indicaban el camino
de ida
y de vuelta
y de irnos juntos
¿Y si esa soledad la trasladamos a acá?
En mi cama hay un espacio acuático
Pero … sabes?
Tengo miedo de esas sirenas
que me cantan, me cantan y me cantan
y quieren convencerme
de que no vas a volver
del agua transparente.
cuando el gris se vuelve más gris

¿quién te mandó bardeando sábados?
¿dónde dejaste tus ojos verdes?
¿por qué seguís cortando el corazón?

esta lluvia no acompaña
no ayuda no arremete

y yo no puedo verme gris

es un estado antiquímico
necesito
asolearme
Fue la noche más seca que recuerdo
la agonía del habla
se metió por las copas
y en transparencia fantasmal
lúcida y fantasmal
me tapó la boca
con un trapo seco
y el habla fuera de sí
se burlaba
de mí

“callate muda enmudecida”
Me silbaba desde el cristal
Y por mis ojos
Brotó un abecedario
seco
que se acomodó en el mantel
escribiéndose sin permiso
"¿cuánto has bebido ya?
más seca brotarás"

Aquella noche se me desprendió
el corazón
y aún intento
ponerlo en su lugar.
Las traducciones últimas de mi vida no tienen lengua oficial, menos mal.
te imaginé como el sol detrás de la lupa
y sos el reflejo débil
en una ventana cerrada
¿quién me ayuda con los escombros de mi cuerpo?
la mueca de la despedida que nunca es igual
cuando la tarde se despide
te silba bajito
mañana quizás
no haya tarde
como ella
es otra
y otra
y siempre otra

hoy, esta tarde

endureció mis ovarios
sé que no hay pasión misma
más que la mía
y que la de otra mujer
que sabe
que las tardes
son
de todas las mujeres
que se apasionan
atardeciendo
manos que viajan solas
que hacen dedo
pariendo un futuro incierto
o dejando guacho a un pasado
hiriente

me las miro
están intactas
Cede el viento sus brazos al estanque para reanimarlo un poco, el gris fondo del suelo sedimenta lento las aguas de tardes de hoy auguran miles de brazos de vientos más.

Hay un tornado por aparecer.
les traje un pedacito
de sol
tatuado en mis antebrazos,
pequeños
no teman, no brilla
estoy curada
que el viento
te lleve lejos
a la nube más lejana
que te aleje
un tiempo
y en la lejanìa
pienses
el por qué del
reencuentro
quise darte una estrella
pegamos palma con palma
y de tus ojos
el cielo brillaba

las estrellas existen
están siempre
viniendo hacia vos

sos la rama de un árbol en flor
los senderos de mi piel que se vuelven desiertos