lunes, 20 de agosto de 2012

me duelo y no puedo sanarme / te sano y me dolés / me sanás y no cura
no conozco el desierto/ni la sed/ me siento austera en mi propia piel
también se puede estar a la deriva en plena tierra,soy náufraga de orillas tristes, hija de la sal que quema/también se puede estar ahogado en plena tierra, me dejo llevar por las olas, no quiero hundirme/aun no he empezado.
mi rostro no tiene anverso ni reverso/es amorfo de miradas/es antítesis de las caras de la luna/es un blanco transparente/espera que se apague la luz
¿puede el cuerpo desprenderse de la sombra y sentirse él mismo?/ ¿puede el tiempo gritar pido gancho el que me toca es un chancho?/ no quiero más tiempos al tiempo/denme la gracia de vivir
la altanería del ombú dueño del campo/la revolución de las flores unidas/ la enredadera trampea con sus brazos/ el paisaje asiente en el horizonte/ la memoria es un balde lleno
en Ifigenia, en los vientos, en el mar, en la piedra del altar y en la última vez que hizo el amor
no mes des más de lo que pido/ nunca el desierto conocerá al jardín/ nunca el sol y la luna conversarán o bailarán en una tarde cálida o en una noche estrellada/ no me pidas más de lo que soy/ leé mis pliegues, mis sonrisas y mis arrugas/ ¿ves tus ojos en los míos?/ ¿sentís la ausencia?/ amor con amor se paga.
no sé si fue un soplo la vida o una bocanada de néctar o un desliz humano o un pensamiento colectivo...no sé qué cuerpo transcurre de hoy en más...la sensación me viene por debajo de los pies,de los codos, del cuello...la sensación me envuelve en los laterales...quiero latir mi corazón,ahora.

Antes

Pude haber levantado las piedras del camino y apartarlas a un costado, pero sola fue imposible, pesaban. Demasiado.
Pude haber podado ramas o elegir otra sombra, pero sola no alcanzaba, eran ramas altas, era sombra larga.
Pude haber cruzado

el río transparente y frío, pero dos brazos no bastaban,era un río guerrero y yo necesitaba otra lanza.

Sentirse austera en la propia piel, redescubrir el plano cardio, sentirse ansiosa. Ahora, a vivir.

Rompecabezas

la llanura permanecerá llana y solitaria, las bardas rojizas y desgranadas, de a poco, muy lentamente, por el viento contestarán con bienvenidas a los paseantes, el cielo nocturno inmenso y estrellado tan arriba-que ni las aves conocen de él- permanecerá inmutable
y yo
tengo un apocalipsis
para armar