sábado, 30 de julio de 2011

15:15 hs

que así te pienso

irrepetidamente

tintineante

en mi corteza cerebral

que así te espero con

ramos de mis manos

entalldas de flor

que así te aguardo

patente detrás de

la misma puerta

cuando se cerró golpeante

rebotando

en este tórax

que de pieles

se viste

y se adormece latiendo

que así me veo

para vos, que así las luces

en acción

de neón no se apagan

que ya no encuentro

el hilo de la conversación

porque la música

convive entre los dos

como mensajera

como instigadora de reunión

que así me encuentro

ferviente anclada

de pies y manos

retumbada

ensordecida

atravesada

por las horas

que llevo contadas

por la creciente tarea

del recuerdo que no me permite

abrir camino

al andar

que así me valgo

de esta inútil mudez

o de esta blanca

forma de escribir

casi como en blanco y negro

casi como de cinta cineasta

aguavieja piesdetacos

fantasmadesol

así me vuelco en mi cuerpo

una noche helada

para quererme sola

sin ninguna audición

domingo, 24 de julio de 2011

inocencia

nunca la inocencia se preserva lúcida/en la niñez es desconcierto o extrañeza/la manzana no es símbolo de tentación sino la misma inocencia/te arremte invisible bajo formas naturales/en el ojo de lupa,en el olfato marino,en la audición de ecos se esconde la reverencia que devela/la inocencia es la excusa de los cobardes

mujer espera

Deseando que vengas pronto, deseándote a través de un frote de lámpara de Aladino, de un rezo nocturno, de un deseo en la cara de la moneda bajo la fuente, del cruce de dedos, de un mensaje en la botella, de un acto a cumplir por promesa… como un s.o.s … esperándote y así es. Venís.

1992. Estrenando mi habitación de adolescente, la disfruté poco. Todavía huelo el techo de madera y la última tarde de lluvia. Ventana a la calle. Podía ver cuándo los pibes del barrio estaban llegando a la esquina de mi casa. Reunión.

Sintonizando un dial diferente, no uno popular. No recuerdo el nombre de la radio. Doce años. Nunca escuché cumbia. Jugué poco con muñecas. El parque era mi lugar. ALIVE, primer tema. No quería salirme. Entré.

1993-1994. Alto valle, territorio desconocido. Casi de película. Extraño; y la gente también. Primera parada, Allen. Desierto, calor, inhóspito. Mamá y yo paradas en el patio, sin algo verde, secas la piel y el corazón. Papá, cavando el túnel que nos salvaría. Volveríamos? No. La Patagonia, lugar mágico, que atrae grandes metales preciosos. Nos quedamos. Único lugar protegido. Secundaria, 1º año. Más grunge y rock. Sangre tabacalera, primeros cigarros. Pero no alcohol, qué extraño, ahora que lo pienso.

1994 a la fecha. Segundo destino. Cipolletti. Resto de la secundaria. NO a Nirvana, por supuesto. El centro me parecía una galería tren fantasma, nunca había nadie. La plaza, el pool, el grupo de pibas vestidas de negro, pintadas de negro, teñidas de negro. Peleando, fumando y bebiendo. Éramos temidas. Ahora somos “sweetes ladys mama´s”. Incursioné en atletismo, fui una de las mejores de la provincia. Me enamoré del cigarro y nunca le metí los cuernos. NO a Nirvana, por supuesto. Mis amigas y yo escuchábamos Guns, Metallica, Zeppelin pero solo yo, Pearl Jam.

La vida me continuó por las letras (y la docencia), el arte y la música. Solo practico lo primero, por amor y vocación. Para las otras dos nací sin talento pero como hoy todo es posible, quién sabe…

Un amigo nocturno escuchaba Pearl Jam. Nos conocimos una noche en un bar donde solo se permitía buena música. Amigos, si. Nuestra amistad duró poco. Murió de sobredosis.

Desde donde estés, en noviembre tocan. Mi primera vez, si la vida lo permite. Salud!

viernes, 22 de julio de 2011

Dormir de pie

Si pudieras dormir de pie

en el fondo de la cama

junto al último almohadón acomodado

sería más prudente

la noche.

Si pudieras quizás

acurrucarte

como una bola felina

en mis pies descalzos

sería más caliente

el aliento

de la mañana.

Si cerraras tu boca

de un tirón

acorde a la palmada

en tu espalda

podríamos tal vez

encontrarnos en el mundo

de las sábanas

más seguido.

Te cuento que compré

pasajes para todo el año

y me hicieron un descuento

de invierno

por los lunares

de mi espalda

que cotizan valor

café, habanos y tinto.

En ese decidirme,

si mudarme al sillón

o de domicilio,

caigo en la cuenta

que se aproxima

la primavera

y mi cáliz adquiere

un color de interrogantes

¿ubbi sunt?

Amanece

los síntomas se corresponden

con lo pálido de la piel

es un deceso

que nace cada mañana

cuando consciente

reitero el respiro

uno tras otro

a propósito

para saberme

viva

y la marcha

se enciende

como en un off

automático

programado

cuántas gotas

caben en las palmas

de las manos al lavarme la cara?

las mismas que bebo

de la copa nocturna?

o casi las mismas

que brotan de los ojos

que no te ven?

repetitivamente

desde el auricular

sweetest thing

como un flagelo paralelo al

cordón de las mismas calles

que transito

no hay recta final

las paralelas no se juntan

como no se juntan

el pez y el albatros

como no se juntan

la montaña y el mar

como no se juntan

mi animalez con tu huida

los síntomas

no tienen remedio

no hay cuesta arriba

no hay tierra

con pies plantados

no hay cabeza

independiente

es casi la hambruna

insesante

de postrarme sentada

a esperarme

de vuelta.

miércoles, 6 de julio de 2011

suministros diarios

la peor realidad es la que se te convierte en recurrencia adentro tuyo, esa que dejaste ir y que migró para estar junto a otro cuerpo

mitad de semana y el cuerpo me habla de vos/ la sensación más fútil como la mano en alto para saludarte/se convirtió en el vicio más prudente

vos allá, yo acá...acordes en do menor separan las kilómetros fríos que distancian aun más nuestros encuentros, tratando de llegar a la cima me pregunto por qué la cotidianeidad se torna un almanaque tachado...