domingo, 24 de julio de 2011

mujer espera

Deseando que vengas pronto, deseándote a través de un frote de lámpara de Aladino, de un rezo nocturno, de un deseo en la cara de la moneda bajo la fuente, del cruce de dedos, de un mensaje en la botella, de un acto a cumplir por promesa… como un s.o.s … esperándote y así es. Venís.

1992. Estrenando mi habitación de adolescente, la disfruté poco. Todavía huelo el techo de madera y la última tarde de lluvia. Ventana a la calle. Podía ver cuándo los pibes del barrio estaban llegando a la esquina de mi casa. Reunión.

Sintonizando un dial diferente, no uno popular. No recuerdo el nombre de la radio. Doce años. Nunca escuché cumbia. Jugué poco con muñecas. El parque era mi lugar. ALIVE, primer tema. No quería salirme. Entré.

1993-1994. Alto valle, territorio desconocido. Casi de película. Extraño; y la gente también. Primera parada, Allen. Desierto, calor, inhóspito. Mamá y yo paradas en el patio, sin algo verde, secas la piel y el corazón. Papá, cavando el túnel que nos salvaría. Volveríamos? No. La Patagonia, lugar mágico, que atrae grandes metales preciosos. Nos quedamos. Único lugar protegido. Secundaria, 1º año. Más grunge y rock. Sangre tabacalera, primeros cigarros. Pero no alcohol, qué extraño, ahora que lo pienso.

1994 a la fecha. Segundo destino. Cipolletti. Resto de la secundaria. NO a Nirvana, por supuesto. El centro me parecía una galería tren fantasma, nunca había nadie. La plaza, el pool, el grupo de pibas vestidas de negro, pintadas de negro, teñidas de negro. Peleando, fumando y bebiendo. Éramos temidas. Ahora somos “sweetes ladys mama´s”. Incursioné en atletismo, fui una de las mejores de la provincia. Me enamoré del cigarro y nunca le metí los cuernos. NO a Nirvana, por supuesto. Mis amigas y yo escuchábamos Guns, Metallica, Zeppelin pero solo yo, Pearl Jam.

La vida me continuó por las letras (y la docencia), el arte y la música. Solo practico lo primero, por amor y vocación. Para las otras dos nací sin talento pero como hoy todo es posible, quién sabe…

Un amigo nocturno escuchaba Pearl Jam. Nos conocimos una noche en un bar donde solo se permitía buena música. Amigos, si. Nuestra amistad duró poco. Murió de sobredosis.

Desde donde estés, en noviembre tocan. Mi primera vez, si la vida lo permite. Salud!

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