domingo, 5 de febrero de 2012

El baño II

Es pura coincidencia

que en cada baño

que alquilo

el espejo me reciba

de frente?

Y eso que a mí

me gusta verme de costado

de perfil del lado derecho

pero ellos se obstinan

en darme la bienvenida de frente

como diciéndome

-“ llegaste, reflejo de vos y de mí

y de la transparencia”-

Lo aceptable es que son

siempre cuadrados

no me gustan los espejos redondos

me hacen acordar a la bruja

del cuento Blancanieves y …

tan ovalados que

distorsionan la imagen

Aunque sigo viéndome de perfil

este espejo que alquilo ahora

tiene algo especial

está por debajo del ventiluz

y siempre está alumbrado

encendido

aun de noche

porque las estrellas

-las tres Marías

que se ven desde la abertura-

posan siempre

sus patitas

allí y eso haga quizás

que el vidrio espejado

brille.

Cuando me hablo de mí

no lo hago frente al espejo

pero sí en el baño

como un confesionario espiritual

como una sala psicológica

como la cumbre de una baja colina

detrás de la barda rojiza

y si me digo algo reprochándome

el baño se oscurece

esperando el perdón

que está por venir

de boca mañanera.

En el baño se exteriorizan

las culpas propias

y se piensa en un baño

cada vez más espacioso.

de Habitante de paso, inédito, 2012

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